Pero esta semana no, por que por esta semana me encuentro en el mejor lugar del mundo (y del universo) donde quisiera estar. La razon es que esta en pleno el Festival de musica del mundo; un festival tam bueno que me recuerda que es bonito vivir en chicago aunque tenga que pagar con 7 meses de frio extremo. POr 7 dias habra cerca de 50 bandas de todo el mundo presentandose en unas 20 plazas y teatros con lo mejor de la musica de los 4 continentes (quien quiere a los oceanicos?)
Dia 1. Apenas comenzando el festival y ya fuimos a ver a dos grupos (que se presentaban en el mismo teatro, no voy a ser exagerado que nos movimos de un lado a otro)
El primero se llamaba Lamajamal y tocaban algo mezclado entre musica de gitanos y rock de los 50s. Las tonadas no estaban mal para bailar pero desgraciadamente en el teatro teniamos que estar todos sentados. El segundo grupo era mejor… Los Gitanos Dhoa de Rajasthan.
Este es un grupo de 6 integrantes. El director musical, que es un hindú muy simpático que parece veracruzano con bigotito y que habla como Apu, iba presentando poco a poco a los integrantes. Su hermano gordito que toca la tabla (ritmo de 16/16) un bigoton muy chistoso de turbante que toca las castañuelas indias y el resortito, otro tamborilero que parecia sacado de los cuadros del Rama yana, y un acordeonista que grita como si tuviera un altavoz en la garganta. Mientras cantaban y tocaban ponian caritas y hacian gestos muy simpaticos, en especial el de las castañuelas. En un momento dado, dijeron “ahora vamos a presentar un miembro del grupo que es anormal” y que sale corriendo un chaparrito en falda y sin zapatos. Mientras nos preguntabamos por que era que se consideraba anormal, pues al parecer era un simple bailarin, el tipo de las castanuelas decidio sacar de una bolsita lo que necesitaban para el acto del anormal. Pronto nos dimos cuenta de que se trataba. El bailarin era un fakir, que estaba dispuesto a sufrir todos los castigos imaginables sin rechistar. Primero le pusieron un balde de agua en la cabeza y tenia que bailar sin tirarla y parandose en unos vasitos, en una tabla de clavos y en unas espadas afiladas. Después le pusieron una rueda de carreta de 40 kilos en la cabeza y a repetir las acrobacias. Ya para terminar le pasaron unas antorchas y lo pusieron a “deleitarnos” con un acto que seguramente le copiaron a los tragafuegos del cruce de ermita y rojo gomez, pero un poco mas hermoso por que estaba sincronizado con la musica. Como los gringos no estan acostumbrados a los fakires como los del metro “sennoooores pasajeros, yo los vendríiiiaaa a molestaaar con uuuunnnaa coperacioooonnn” etc. Pues sufrieron mucho viendo el espectáculo, y la verdad es que a mi tambien me distrajo mucho al grado de no ponerle tanta atención a la musica que era de verdad muy buena.
La cara de los demas asistentes al teatro fue el verdadero poema de la noche
Próximamente:
Dia 2. Chirglichin.
Dia 3. 17 hippies y Louis Mhlanga, el hombre hacha africano.
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